Elementos del ritmo musical
Sinopsis
Debemos considerar a la música como un arte esencialmente temporal pues, sin menoscabo de los problemas de espacialidad que implica, es en el tiempo donde sus estructuras se despliegan como un continuum. Su formalización se manifiesta en el tiempo y es en el tiempo donde tomamos conciencia de ella.
Los contenidos de la música son objetos virtuales de acción, por lo tanto, sus dimensiones son también virtuales, sus materiales se distribuyen en el tiempo de manera orgánica y sus diferentes sistemas de organización están comprendidos en el estudio del ritmo musical. Por supuesto, esta dimensión virtual se proyecta en el tiempo real, cronométrico.
Ya en la Grecia clásica, filósofos como Platón, Aristóteles, Aristoxeno de Tarento, entre otros, se habían ocupado profusamente del tema; no solo fundando las bases de la disciplina, sino también estableciendo las leyes que la rigen. Dichas leyes permanecen hasta nuestros días, siendo, por supuesto, rectificadas, reformuladas, ampliadas, etc. a través del desarrollo histórico por muchos tratadistas tales como: San Agustín, Kant, Bergson, entre otros muchos autores; y los aportes que destacados compositores han ido introduciendo en sus obras.
No hemos seguido la cronología histórica de la evolución del lenguaje musical y tampoco hemos incluido algunas innovaciones rítmicas del Ars nova y del Ars subtilior verdaderamente prerrionitorias de la música del siglo XX. Podríamos pensar que, a partir del renacimiento y hasta las vanguardias del siglo XX, la importancia que adquiere la organización rítmica es muy significativa, en particular, en su vinculación al desarrollo formal de la música.
Este texto dista mucho de ser un compendio de los temas que abarca dicha disciplina, nos limitamos a una selección de aquellos que consideramos esenciales, para iniciarse en el conocimiento de dichos conceptos, tanto para la composición, como para el análisis musical.
El ritmo musical, es el parámetro común a las músicas de todos los tiempos y de todas las culturas; otros aspectos pueden faltar: cualidades del sonido, melodía, armonía, etc. No hay música sin ritmo, de allí su importancia. Si la música es el "arte de combinar los sonidos", creemos que, en éste "combinar", reside una de las claves para su comprensión.
Como ya dijimos, no hay ritmo sin materiales, pero, para que haya música, éstos deben ser ordenados de alguna manera, es decir por las leyes del ritmo.
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